Cadmo era hijo de Agenor, rey de la ciudad fenicia de Tira. Era hermano de la princesa Europa y fundó Tebas.
Zeus se había enamorado de Europa y se había convertido en toro para raptarla y llevarla a Creta, donde tuvo tres hijos con ella: Minos, Radamantis y Sarpedón (ver Europa). Cadmo y sus hermanos tuvieron que buscar a su hermana, aunque sabían que, si fracasaban, no serían recibidos en la corte de Agenor.
Cadmo fue acompañado por su madre, pero murió en Tracia, tras lo cual acudió a consultar el oráculo de Delfos, que le aconsejó buscar una vaca con la marca de una luna creciente. Cadmo debía fundar una ciudad en el lugar donde se encontrase el animal, por lo que le compró al rey Pelagón de Focis la vaca que encajaba con la descripción y allí donde paró para descansar decidió fundar Tebas, que significa «el descanso de la vaca», si bien al principio se llamó Cadmea en su honor. Cuando Cadmo quiso ofrecer la vaca en sacrificio como señal de agradecimiento a Atenea y pidió a sus hombres que trajesen agua, un dragón les mató. Cadmo acabó con el dragón enviado por Ares, el dios de la guerra, y sembró la mitad de los dientes del monstruo a su alrededor, según le dijo Atenea. De esta cosecha nacieron soldados armados que empezaron a luchar entre ellos después de que Cadmo les arrojase una piedra. Cinco sobrevivieron a la pelea y construyeron junto a su jefe la ciudad de Cadmea, siendo los progenitores de las familias más importantes de Tebas.
Por haber matado al dragón enviado por Ares, Cadmo tuvo que cumplir ocho años de penitencia. Tras ello, Atenea le coronó rey de su ciudad y Zeus le ofreció como esposa a Armonía, hija de Ares y de Afrodita. Como ella descendía de dioses, a la boda asistió casi todo el panteón, algo realmente excepcional. El único mortal que compartió este honor fue Peleo cuando se casó con Tetis.
Los invitados a la boda llevaron magníficos regalos. Afrodita le entregó a su hija un collar elaborado por Hefesto que otorgaba una belleza irresistible a su portadora. Atenea le regaló una túnica especial para la boda, Hermes le ofreció una lira y Deméter, gran cantidad de cereales.
Pese a que su boda fue muy feliz y su gobierno de la ciudad era muy justo, sus hijos se vieron sacudidos por todo tipo de infortunios. Su hija, Autonoe, vio a su hijo Acteón convertido en ciervo y devorado por sus propios perros después de haber contemplado desnuda a Artemisa mientras se bañaba. La celosa Hero volvió loca a Ino y la hizo arrojarse desde un acantilado junto a su hijo pequeño (ver Ino). Semele quedó embarazada de Dioniso, dios del vino creado por Zeus, y ardió por su deseo de ver al dios supremo en su forma original. Finalmente, Agave, una Meneida extasiada, destrozó a su propio hijo. Polidoro, el único hijo de Cadmo y Armonía, no sufrió ninguna desgracia inmediata, pero sus descendientes sí sufrieron grandes infortunios. Su nieto Laius (Layo) fue asesinado por su hijo Edipo, que después se casó con Yocasta, su propia madre (ver Antígona, Laius y Edipo).
Cadmo abdicó cuando ya era anciano en favor de su nieto Petheus (Peteo). Después de la terrible muerte de éste, Cadmo y Armonía abandonaron la cuidad por consejo de Zeus. Viajaron a Iliaria y allí se convirtieron en serpientes benignas con la intervención de Ares. Al final, Zeus les llevó al Elíseo, la isla de los bendecidos en el punto más occidental del mundo de los muertos.
0 comentarios:
Publicar un comentario